PERGAMINOS DEL
MAR MUERTO
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El Gran Rollo de Isaías (1QIsaa) es uno de los primeros siete manuscritos descubiertos en Qumrán en 1947. Con una longitud de 7,34 m es el manuscrito bíblico más largo y mejor conservado de todos y el único que ha llegado a nosotros prácticamente completo. Consta de 54 columnas que contienen los 66 capítulos de la versión hebrea del libro de Isaías y es uno de los manuscritos más antiguos encontrados en el desierto de Judea. Datado aproximadamente del 125 antes de era común, es por tanto mil años más antiguo que los primeros manuscritos de la Biblia hebrea conocidos hasta el descubrimiento de Qumrán. |
Los Manuscritos, Pergaminos del Mar Muerto o Rollos
de Qumrán, fueron encontrados en grutas situadas en Qumrán, a orillas
del mar Muerto, son una colección de 972 manuscritos. La mayoría data entre los años 250 a. C. y 66 d. C., antes de la destrucción del segundo Templo
de Jerusalén por los romanos en el año 70 d. C.
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El Gran Rollo
de Isaías (1QIsaa) es uno de los primeros siete manuscritos descubiertos en
Qumrán en 1947. Con una longitud de 7,34 m es el manuscrito bíblico más largo y
mejor conservado de todos y el único que ha llegado a nosotros prácticamente
completo. Consta de 54 columnas que contienen los 66 capítulos de la versión
hebrea del libro de Isaías y es uno de los manuscritos más antiguos encontrados
en el desierto de Judea. Datado aproximadamente del 125 antes de era común, es
por tanto mil años más antiguo que los primeros manuscritos de la Biblia hebrea
conocidos hasta el descubrimiento de Qumrán.
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Juma comenzaba a ponerse nervioso. Algunas de
sus cabras estaban subiendo demasiado alto en los acantilados. Entonces decidió
subir él mismo hasta donde estaban para traerlas de regreso. Desconocía que, al
comenzar su escalada ese día de Enero de 1947, aquellas cabras extraviadas lo involucrarían
en lo que sería "el descubrimiento arqueológico más grande del siglo
veinte". Estos pensamientos estaban muy lejos de su mente cuando vio dos
pequeñas aberturas de una de las miles de cuevas en aquellos áridos acantilados
en la costa noreste del Mar Muerto.
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El Comentario
a Habacuc (Pesher Habacuc, 1QpHab) se ha preservado en su práctica totalidad.
Tiene una longitud de 1,48 m. y es uno de los siete primeros manuscritos
descubiertos en 1947 en las cuevas de Qumrán. La obra interpreta los dos
primeros capítulos del libro del profeta Habacuc a lo largo de 13 columnas
escritas en hebreo en escritura cuadrada herodiana. Una de las características
del manuscrito es que el tetragrama o nombre divino aparece escrito en
caracteres hebreos antiguos (paleohebreo), a diferencia del resto del texto. La
datación del manuscrito se corresponde a la segunda mitad del siglo I antes de
la era común.
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Juma Arrojó una piedra por una de las aberturas,
lo cual produjo un sonido inesperado que lo sorprendió; que más podía haber en
esas cuevas que un tesoro. Llamó a sus primos, Khalil y Mohammed quienes
subieron a escuchar la excitante historia. Sin embargo, se estaba haciendo
tarde y había que arrear las cabras. Regresarían al siguiente día.
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El manuscrito
del Rollo del Templo (11Q19) fue descubierto en 1956 en la Cueva 11, situada a
unos dos kilómetros al norte de Khirbet Qumrán. Está escrito en hebreo en
escritura herodiana cuadrada de finales del Segundo Templo, aproximadamente
para finales del siglo I antes de la era común o de la primera mitad del siglo
I de nuestra era. El pergamino es extremadamente fino: con apenas una décima de
milímetro de grosor, es el manuscrito más delgado de todos cuantos se han
hallado en las cuevas de Qumrán. Además de esta copia, se han conservado otros
dos ejemplares de la obra: una segunda copia encontrada también en la Cueva 11
(1Q20) y algunos fragmentos hallados en la Cueva 4 (4QRollo del Templob
[4Q524]). Se estima que los tres manuscritos son copias de una obra original
que habría sido compuesta en la tierra de Israel durante la segunda mitad del
siglo II antes de la era común (después del año 120, quizás durante el reinado
de Juan Hircano I).
Con una
longitud de 8,146 m, el Rollo del Templo (1Q19) es el manuscrito más largo de
todos los encontrados en Qumrán. Está compuesto por 18 hojas de pergamino, cada
una de las cuales contiene tres o cuatro columnas escritas y se puede apreciar
con claridad cómo la segunda mitad del pergamino está considerablemente mejor
conservada que la primera. Ello se debe a que, al estar enrollado, la parte
externa del manuscrito correspondiente al inicio de la obra se vio más dañada
que las partes interiores, correspondientes a la segunda mitad.
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El más joven de los tres, Mohammed, despertó
al día siguiente antes que sus compañeros "busca tesoros" y se
encaminó a la cueva. El piso de cueva estaba cubierto con escombros, incluyendo
cerámica rota. Sobre la pared había una cantidad de jarras delgadas, de las
cuales algunas todavía tenían sus cubiertas de forma redonda. Impacientemente, comenzó
a explorar el interior de cada jarra, pero no encontró ningún tesoro. sólo algunos pergaminos amarrados con trapos y
verduzcos por el tiempo. Más tarde al regresar con sus primos, les dio las
malas nuevas, no había ningún tesoro.
Los pergaminos que estos niños beduinos
sacaron de aquella obscura cueva aquel día y los días sucesivos serían
reconocidos como el mayor tesoro manuscrito jamás encontrad, fueron los
primeros siete manuscritos de los Pergaminos del Mar Muerto.
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La Regla de la Comunidad (1QS) es la sección principal de uno de los primeros siete manuscritos encontrados en 1947 en la Cueva 1 de Qumrán. Escrito en escritura hasmonea cuadrada, fue copiado entre el año 100 y el 75 antes de la era común. |
El conjunto de manuscritos era miles de años
más antiguos que el texto hebreo más viejo de la Biblia. (De los cuales muchos habían
sido escritos 100 años antes del nacimiento de Jesús). Estos pergaminos
revolucionarían al mundo arqueológico y le darían a un equipo de traductores
una tarea gigantesca que aún hoy en día no se termina.
Después de colgar de un poste de una tienda
beduina por cierto periodo de tiempo, los siete pergaminos originales fueron
vendidos por separado a dos anticuarios árabes en Belén. De ahí cuatro fueron
vendidos (por una pequeña cantidad) a Athanasius Samuel, sirio ortodoxo
metropolitano en el monasterio de San Marco en la vieja ciudad de Jerusalén.
Estudiosos de la Escuela Americana de
Investigación Oriental, quienes los examinaron, fueron los primeros en darse
cuenta de su antigüedad. John Trever las fotografió a detalle y el gran
arqueólogo William F. Albright pronto anunciaría que los rollos pertenecían al
periodo entre 200 años a.C. y 200 años d.C. Entonces se hicieron los primeros
anuncios de que los manuscritos más viejos jamás descubiertos habían sido
encontrados en el desierto de Judá.
Tres de los manuscritos encontrados por los
muchachos beduinos fueron vendidos a E. L. Sukenik, arqueólogo de la
Universidad Hebrea y padre de Yigal Yadin (general del ejército israelí quien
después se convertiría en un famoso arqueólogo y excavador de Masada y Hazor).
Debe notarse que el drama de estos eventos fue acentuado debido a estos eran
los últimos días del periodo del mandato británico en Palestina. Y las
tensiones entre la población árabe y judía eran muy grandes. Esto hizo que el
examen de los manuscritos por lo académicos fuera extremadamente peligrosa.
Finalmente todos los manuscritos llegaron a
la Universidad Hebrea.. Después de haber recorrido los Estados Unidos con sus
cuatro pergaminos y no haber encontrado comprador interesado, Metropolitan
Samuel publica un anuncio en el Wall Street Journal. Por coincidencia, Yigal
Yadin se encontraba en Nueva York y leyó el mensaje en el diario. A través de intermediarios
pudo comprar estos invaluables manuscritos por una cantidad cercana a los
$250,000 USD.
En Febrero de 1955 el Primer Ministro de
Israel anuncia que el Estado de Israel había comprado los pergaminos y los
siete (incluyendo los comprados anteriormente por el profesor Sukenik) se
conservarían en un museo especial de la Universidad Hebrea llamado Santuario
del Libro, donde se pueden ver el día de hoy.
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Mar Muerto |
El anuncio sobre los manuscritos motivó
fervorosas búsquedas en el área del descubrimiento original. Una expedición
arqueológica oficial se inició en 1949 la cual eventualmente resultó en el
descubrimiento de 10 cuevas adicionales que también contenían pergaminos.
Entonces los arqueólogos desviaron su atención a una cercana ruina llamada
"Khirbet (Ruinas de) Qumran", la cual se asume son los restos de una
vieja fortaleza romana. Después de etapas de excavación intensa, los académicos
no tenían duda alguna de que los manuscritos tuvieran su origen en esa
comunidad que floreció entre los años 125 a.C. y 68 d.C.
Los pergaminos habían sido guardados de forma
precipitada en las cuevas mientras que la comunidad huía de la invasión del
ejército romano, quien se encontraba en Judea para acabar con la revuelta judía
de los años 66 a 70 d.C.
Las ruinas de Qumran revelan que un grupo
sustancial de judíos vivía en esta comunidad. Bodegas, acueductos, baños
rituales y un salón de asambleas fueron todos descubiertos. Uno de los cuartos
más interesantes es el escritorium, identificado por dos tinteros y algunas
bancas para los escribas. Fue en este cuarto donde muchos, sino todos, los manuscritos fueron copiados.
Tan pronto se dio el anuncio del
descubrimiento de los pergaminos, los debates de su significado y origen
comenzaron y aumentaron cuando el contenido de los manuscritos fue revelado.
Los siete manuscritos originales, de la que
se ha llamado "cueva 1" comprenden: 1) Una copia bien conservada de
la profecía de Isaías completa --la copia más vieja de un libro del Antiguo
Testamento jamás descubierta; 2) otro fragmento de Isaías; 3) Un comentario de
los dos primeros capítulos de Habacuc --el comentarista explica el libro
alegóricamente en términos de la hermandad Qumran; 4) El "Manual de la
Disciplina" o "Norma de la Comunidad" --la más importante fuente
de información acerca de la secta religiosa en Qumran --describe los requisitos
para aquellos que deseen ingresar a la hermandad; 5) los "Himnos de Acción
de Gracias" una colección de “salmos” devocionales de acción de gracias y
alabanza a Dios; 6) el libro de Génesis parafraseado en arameo; y 7) la "Norma
de Guerra" que trata de la lucha de los "hijos de la luz" (los
hombres de Qumran) y "los hijos de las tinieblas" (los romanos?) a
ocurrir en los "últimos días", los cuales los hombres de Qumran
creían que estaban por llegar.
Esos siete pergaminos originales eran sólo el
principio. Más de 600 pergaminos y miles de fragmentos han sido encontrados en
las 11 cuevas del área de Qumran. Fragmentos de todos los libros Bíblicos han
sido encontrados excepto Esther, así como muchos otros textos no bíblicos.
Uno de los hallazgos más fascinantes fue un
pergamino de cobre el cual tuvo que se cortado en tiras para poder ser abierto,
el cual contenía una lista de 60 tesoros localizados en varias partes de Judea
(ninguno de los cuales ha sido encontrado). Otro pergamino, el cual fué
recuperado por arqueólogos israelíes en 1967 de un vendedor de antigüedades en
Belén, describe con lujo de detalles como es que la comunidad veía un elaborado
templo para rituales. Esta ha sido llamado apropiadamente "El Pergamino
del Templo".
El contenido de los Pergaminos del Mar Muerto
indica que los autores eran un grupo de sacerdotes que mantenían una vida
comunal estrictamente dedicada a Dios. Su líder era llamado el "Maestro
Justo". Se veían a sí mismos como los únicos realmente elegidos de Israel
--sólo ellos eran fieles a la ley.
Se opusieron al "Sacerdote Cruel"
--alto sacerdote judío en Jerusalén quien representaba el establecimiento y
quien los había perseguido de alguna manera. Este sacerdote cruel fue
probablemente uno de los legisladores macabeos quien ilegítimamente asumió la
posición de alto sacerdote entre los años 150 y 140 a.C. La mayoría de los
estudiosos han identificado a la hermandad Qumran como los Esenes, una secta
judía descrita en los dias de Jesús por Josefo y Filo.
Quienes quieran que hayan sido los hombres de
Qumran, sus escritos nos proveen de un cuadro histórico maravilloso del mundo
religioso al cual Jesús vino. Algunos han tratado de encontrar paralelismos
entre las figuras de los pergaminos y Juan el Bautista o Jesús, pero un
análisis objetivo de dichos paralelismos revelan que las diferencias son
mayores que las similitudes. Cualquier contacto de Jesús con Qumran es
completamente especulativo y casi improbable. La sugerencia de que Juan el
Bautista haya pasado algún tiempo con la comunidad Qumran es posible ya que los
Evangelios nos dicen que él pasó un tiempo considerable en el desierto cerca
del área donde la comunidad Qumran se localizaba. (Mateo 3:1-3, Marcos 1:4,
Lucas 1:80; 3:2-3). El mensaje de Juan, de cualquier forma, difiera
marcadamente del de la hermandad Qumran. El único punto común fué que ambos
enseñaron que el "Reino de Dios" estaba por venir.
Una de las contribuciones más importantes de
los Pergaminos del Mar Muerto son los numerosos manuscritos Bíblicos que han
sido descubiertos. Hasta los descubrimientos de Qumran, los manuscritos de
Escrituras Hebreas más antiguos eran copias de los siglos 9 y 10 d.C., de un
grupo de escribas judío llamado los Masoretes. Ahora tenemos manuscritos 1,000
años más viejos aproximadamente. La asombrosa verdad es que estos manuscritos
son casi idénticos. Esto es un firme ejemplo del cuidado que los escribas
judíos ponían a través de los siglos en un esfuerzo por copiar las Santas
Escrituras.
Los hombres de Qumran creían fervientemente
en la doctrina de "Las últimas cosas". Habían huido al desierto y se
preparaban para el juicio inminente cuando sus enemigos fueran derrotados y
ellos, escogidos de Dios, fueran finalmente victoriosos de acuerdo con las
predicciones de los profetas. Fue en conexión con estos eventos del último
tiempo que surge una de las enseñanzas más fascinantes de esta secta. La
esperanza mesiánica se encontraba profundamente arraigada en el pensamiento de
la hermandad. De hecho, las evidencias muestran que creían en tres mesías -uno
profeta, otro sacerdote y un tercero rey o príncipe.
En el documento llamado el "Manual de la
Disciplina" o "Ley de la Comunidad", se establece que el
creyente debe continuar viviendo bajo la ley "hasta la llegada del profeta
y los ungidos (mesías) de Aarón e Israel"(columna 9, línea 11). Estas tres
figuras aparecerían con anticipación a la era para la cual la comunidad se
estaba preparando.
En otro documento encontrado en la cueva
cuatro y conocido como el “Testimonio”, se mencionan un número de pasajes del
Viejo Testamento que forman las bases de las expectaciones mesiánicas. La
primera es una cita de Deuteronomio 18:18-19 donde Dios le dice a Moisés:
"profeta levantaré de en medio de sus hermanos, como tú". Después
viene una cita de Números 24:15-17, donde Balaam prevé el levantamiento de un
príncipe conquistador. "Y se levantará cetro de Israel, y herirá las
sienes de Moab". El tercer pasaje es la bendición pronunciada por Moisés
sobre la tribu de Leví (la tribu sacerdotal) en Deuteronomio 33:8-11. Por la
forma como estos pasajes están agrupados nos dice que el escritor esperaba el
advenimiento de un gran profeta, un gran príncipe o un gran sacerdote.
Hubo tres individuos en el Viejo Testamento a
los que se refería como "mis ungidos" --el profeta, el sacerdote y el
rey (refiérase a Éxodo 29:29; 1 Samuel 16:13, 24:6; 1 Reyes 19:16; Salmos
105:15). Cada uno de ellos fue consagrado a su trabajo a través de una unción
de aceite. La palabra hebrea para “ungido” es “meshiach”, de donde deriva la
palabra mesías.
La maravillosa verdad de la doctrina del
Mesías del Nuevo Testamento es que cada uno de estos tres oficios encuentran su
realización en la persona y trabajo de Jesús de Nazaret La gente se maravillaba
cuando alimentaba a las multitudes y decían "esto es verdad sobre ese
profeta que ha de venir a este mundo" (Juan 6:14; Juan 7:40; Hechos 3:22,
7:37). Jesús también fue un sacerdote, no de la orden de Leví, pero de la orden
de Melquisedec (Salmos 110:4; Hebreos 7), quien se ofreció a sí mismo como
sacrificio e intercede por nosotros en la presencia de Su Padre (Hebreos
9:24-26, 10:11-12). Jesús fue también anunciado como el que recibiría "el
trono de Su Padre David. Y el reinará sobre la casa de Jacob por siempre, y su
reino no tendrá final". (Lucas 1:32-33). El será aclamado "Rey de
Reyes, Señor de Señores" (Apocalipsis 19:16).
Un manuscrito más que ha salido a la luz en
los años recientes provee de un fascinante antecedente a la esperanza mesiánica
del Nuevo Testamento. Ha sido reconstruido a partir de doce pequeños
fragmentos, formando menos de dos columnas de escritos; pero es suficiente para
comprender su breve contenido. Es sobre la predicción del nacimiento de un
Admirable Niño, posiblemente descrito en Isaías 9:6-7 "Porque un niño nos
es nacido, hijo nos es dado… y se llamará su nombre Admirable". Este niño
tendrá marcas especiales en su cuerpo y se distinguirá por su sabiduría e
inteligencia. Será capaz de probar los secretos de todas las criaturas
vivientes e inaugurará la nueva era que el ferviente creyente ha estado
esperando.
El Gran Rollo de Isaías (1QIsaa) es uno de los primeros siete
manuscritos descubiertos en Qumrán en 1947. Con una longitud de 7,34 m es el
manuscrito bíblico más largo y mejor conservado de todos y el único que ha
llegado a nosotros prácticamente completo. Consta de 54 columnas que contienen
los 66 capítulos de la versión hebrea del libro de Isaías y es uno de los
manuscritos más antiguos encontrados en el desierto de Judea. Datado
aproximadamente del 125 antes de era común, es por tanto mil años más antiguo
que los primeros manuscritos de la Biblia hebrea conocidos hasta el
descubrimiento de Qumrán.
FUENTES:
1.- http://www.christiananswers.net/spanish/q-abr/abr-a023s.html
2.- http://dss.collections.imj.org.il/es/home