Prefiero
Prefiero observar a un maestro
que oír a uno cualquier día;
prefiero tener a uno caminando conmigo
que simplemente mostrándome el sendero.
El ojo es mejor discípulo
y está más dispuesto que el oído.
Un buen consejo confunde,
pero siempre es claro el ejemplo vivido.
Y los mejores maestros son aquellos que practican lo que dicen;
porque ver la verdad de Dios en acción
es lo que todos realmente queremos.
Puedo aprender rápidamente
cómo hacerlo si tú me lo muestras hecho.
Puedo ver tu vida en acción,
pero tal vez no comprenda todo lo que dices.
Tus clases y relatos pueden ser muy acertadas;
pero prefiero aprender mis lecciones observando lo que haces.
Quizá malentienda un gran consejo;
pero no hay malentendidos en cómo actúas y vives.
¡Prefiero observar a un maestro que oír a uno cualquier día!
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