"Sólo sé que no sé nada" Sócrates. Aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir. Cuando esto aprendas estarás andando por la senda de la sabiduría.

miércoles, 11 de octubre de 2017

El cuervo vanidoso

EL CUERVO VANIDOSO

Un día Júpiter decidió elegir un rey entre las aves y ordenó que comparecieran todas ante él, para decidir cuál era la más bella.
Un cuervo poco agraciado y ciegamente vanidoso, se propuso alzarse con el título a como diera lugar. Lo primero que pensó fue en sacar de la competencia a los candidatos más opcionados, como el papagayo, el pavo real, el guacamayo y el ave del paraíso.
«Si le robo los huevos de sus nidos el día de la elección, los mantendré ocupados, buscándolos y no podrán asistir, ¡eso es!!», pensó riéndose con su chillido característico.
Pasó varios días acechando los nidos de sus rivales, mientras diseñaba su plan. Cuando puso patas y pico a las obras. Lo que no calculó fue que los huevos de estos pájaros eran muy grandes que ni siquiera podía levantarlos, «¿qué voy a hacer ahora?», graznó contrariado, mientras picoteaba con rabia un puñado de plumas de papagayo. ¡ Ya sé ¡ exclamó con un chillido de júbilo. Voy a robarme las mejores plumas de todos los nidos y me las voy a poner entre las mías, así no puedo perder.
El día del concurso, Júpiter hizo desfilar a los pájaros, y al ver el espectacular atavío del cuervo lo declaró rey.
Terriblemente enfadados al descubrir que el plumaje del ganador era robado los demás pájaros se lanzaron sobre él y le quitaron una a una las plumas con las que había pretendido engañar a todos.
Júpiter, decepcionado, lo despojó de inmediato del título, no sin recalcarle que la justicia se había impuesto y el mismo se había buscado lo que acababa de pasar.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)



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