"Sólo sé que no sé nada" Sócrates. Aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir. Cuando esto aprendas estarás andando por la senda de la sabiduría.

jueves, 28 de enero de 2016

Salud. El cáncer

El cáncer
Cáncer es el nombre que se da a un conjunto de enfermedades relacionadas. En todos los tipos de cáncer, algunas de las células del cuerpo empiezan a dividirse sin detenerse y se diseminan a los tejidos del alrededor.
El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo humano, el cual está formado de trillones de células. Normalmente, las células humanas crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células normales envejecen o se dañan, mueren, y células nuevas las remplazan.
Sin embargo, en el cáncer, este proceso ordenado se descontrola. A medida que las células se hacen más y más anormales, las células viejas o dañadas sobreviven cuando deberían morir, y células nuevas se forman cuando no son necesarias. Estas células adicionales pueden dividirse sin interrupción y pueden formar masas que se llaman tumores.
Muchos cánceres forman tumores sólidos, los cuales son masas de tejido. Los cánceres de la sangre, como las leucemias, en general no forman tumores sólidos.
Los tumores cancerosos son malignos, lo que significa que se pueden extender a los tejidos cercanos o los pueden invadir. Además, al crecer estos tumores, algunas células cancerosas pueden desprenderse y moverse a lugares distantes del cuerpo por medio del sistema circulatorio o del sistema linfático y formar nuevos tumores lejos del tumor original.
Al contrario de los tumores malignos, los tumores benignos no se extienden a los tejidos cercanos y no los invaden. Sin embargo, a veces los tumores benignos pueden ser bastante grandes. Al extirparse, generalmente no vuelven a crecer, mientras que los tumores malignos sí vuelven a crecer algunas veces. Al contrario de la mayoría de los tumores benignos en otras partes del cuerpo, los tumores benignos de cerebro pueden poner la vida en peligro
Las células cancerosas difieren de las células normales de muchas maneras que les permiten crecer sin control y se vuelven invasivas. Una diferencia importante es que las células cancerosas son menos especializadas que las células normales. Esto es, mientras las células normales maduran en tipos celulares muy distintos con funciones específicas, las células cancerosas no lo hacen. Esta es una razón por la que, al contrario de las células normales, las células cancerosas siguen dividiéndose sin detenerse.
Además, las células cancerosas pueden ignorar las señales que normalmente dicen a las células que dejen de dividirse o que empiecen un proceso que se conoce como muerte celular programada, o apoptosis, el cual usa el cuerpo para deshacerse de las células que no son necesarias.
Las células cancerosas pueden tener la capacidad para influir en las células normales, en las moléculas y en los vasos sanguíneos que rodean y alimentan las células de un tumor— una zona que se conoce como el microambiente. Por ejemplo, las células cancerosas pueden inducir a las células normales cercanas a que formen vasos sanguíneos que suministren oxígeno y nutrientes, necesarios para que crezcan los tumores. Estos vasos sanguíneos también retiran los productos de deshecho de los tumores.
Las células cancerosas, con frecuencia, son también capaces de evadir el sistema inmunitario, una red de órganos, tejidos y células especializadas que protege al cuerpo contra infecciones y otras enfermedades. Aunque ordinariamente el sistema inmunitario elimina del cuerpo las células dañadas o anormales, algunas células cancerosas son capaces de "esconderse" del sistema inmunitario.
Los tumores pueden también usar el sistema inmunitario para seguir vivos y crecer. Por ejemplo, con la ayuda de algunas células del sistema inmunitario que impide ordinariamente una respuesta inmunitaria descontrolada, las células cancerosas pueden de hecho hacer que el sistema inmunitario no destruya las células cancerosas.
El cáncer es una enfermedad genética— es decir, es causado por cambios en los genes que controlan la forma como funcionan nuestras células, especialmente la forma como crecen y se dividen.
Los cambios genéticos que causan cáncer pueden heredarse de los padres. Pueden suceder también en la vida de una persona como resultado de errores que ocurren al dividirse las células o por el daño del ADN causado por algunas exposiciones del ambiente. Las exposiciones ambientales que causan cáncer son las sustancias, como los compuestos químicos en el humo de tabaco y la radiación, como los rayos ultravioleta del sol. (Nuestra página de Causas y factores de riesgo del cáncer tiene más información).
El cáncer de cada persona tiene una combinación única de cambios genéticos. Conforme sigue creciendo el cáncer, ocurrirán cambios adicionales. Aun dentro de cada tumor, células diferentes pueden tener cambios genéticos diferentes.
En general, las células cancerosas tienen más cambios genéticos, como mutaciones en el ADN, que las células normales. Algunos de estos cambios pueden no estar relacionados con el cáncer; pueden ser el resultado del cáncer y no su causa.
Los cambios genéticos que contribuyen al cáncer tienden a afectar tres tipos principales de genes — proto-oncogenes, genes supresores de tumores y genes reparadores del ADN. Estos cambios se llaman a veces "causantes" de cáncer.
Los proto-oncogenes se dedican al crecimiento y división celular normal. Sin embargo, cuando estos genes se alteran en ciertas maneras o son más activos de lo normal, ellos pueden convertirse en genes causantes de cáncer (u oncogenes), al permitir a las células que crezcan y sobrevivan cuando no deberían.
Los genes supresores de tumores se dedican también a controlar el crecimiento y la división celular. Las células con algunas alteraciones en los genes supresores de tumores pueden dividirse en una forma sin control.
Los genes reparadores del ADN se dedican a arreglar un ADN dañado. Las células con mutaciones en estos genes tienden a formar mutaciones adicionales en otros genes. Juntas, estas mutaciones pueden causar que las células se hagan cancerosas.
Conforme los científicos han aprendido más acerca de los cambios moleculares que resultan en cáncer, ciertas mutaciones se han encontrado juntas en muchos tipos de cáncer. A causa de esto, los cánceres se caracterizan a veces según los tipos de alteraciones genéticas que se cree son causantes, no solo por el sitio del cuerpo en donde se forman y por la forma como se ven las células cancerosas al microscopio.
En la metástasis, las células cancerosas se separan del sitio donde se formaron inicialmente (cáncer primario), se desplazan por medio del sistema vascular o linfático, y forman nuevos tumores (tumores metastásicos) en otras partes del cuerpo. El tumor metastásico es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario.
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¿Qué es el cáncer?
Conjunto de enfermedades relacionadas
Cáncer es el nombre que se da a un conjunto de enfermedades relacionadas. En todos los tipos de cáncer, algunas de las células del cuerpo empiezan a dividirse sin detenerse y se diseminan a los tejidos del derredor.
El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo humano, el cual está formado de trillones de células. Normalmente, las células humanas crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células normales envejecen o se dañan, mueren, y células nuevas las remplazan.
Sin embargo, en el cáncer, este proceso ordenado se descontrola. A medida que las células se hacen más y más anormales, las células viejas o dañadas sobreviven cuando deberían morir, y células nuevas se forman cuando no son necesarias. Estas células adicionales pueden dividirse sin interrupción y pueden formar masas que se llaman tumores.
Muchos cánceres forman tumores sólidos, los cuales son masas de tejido. Los cánceres de la sangre, como las leucemias, en general no forman tumores sólidos.
Los tumores cancerosos son malignos, lo que significa que se pueden extender a los tejidos cercanos o los pueden invadir. Además, al crecer estos tumores, algunas células cancerosas pueden desprenderse y moverse a lugares distantes del cuerpo por medio del sistema circulatorio o del sistema linfático y formar nuevos tumores lejos del tumor original.
Al contrario de los tumores malignos, los tumores benignos no se extienden a los tejidos cercanos y no los invaden. Sin embargo, a veces los tumores benignos pueden ser bastante grandes. Al extirparse, generalmente no vuelven a crecer, mientras que los tumores malignos sí vuelven a crecer algunas veces. Al contrario de la mayoría de los tumores benignos en otras partes del cuerpo, los tumores benignos de cerebro pueden poner la vida en peligro.
Diferencias entre las células cancerosas y las células normales
Las células cancerosas difieren de las células normales de muchas maneras que les permiten crecer sin control y se vuelven invasivas. Una diferencia importante es que las células cancerosas son menos especializadas que las células normales. Esto quiere decir que, mientras las células normales maduran en tipos celulares muy distintos con funciones específicas, las células cancerosas no lo hacen. Esta es una razón por la que, al contrario de las células normales, las células cancerosas siguen dividiéndose sin detenerse.
Además, las células cancerosas pueden ignorar las señales que normalmente dicen a las células que dejen de dividirse o que empiecen un proceso que se conoce como muerte celular programada, o apoptosis, el cual usa el cuerpo para deshacerse de las células que no son necesarias.
Las células cancerosas pueden tener la capacidad para influir en las células normales, en las moléculas y en los vasos sanguíneos que rodean y alimentan las células de un tumor— una zona que se conoce como el microambiente. Por ejemplo, las células cancerosas pueden inducir a las células normales cercanas a que formen vasos sanguíneos que suministren oxígeno y nutrientes, necesarios para que crezcan los tumores. Estos vasos sanguíneos también retiran los productos de deshecho de los tumores.
Las células cancerosas, con frecuencia, son también capaces de evadir el sistema inmunitario, una red de órganos, tejidos y células especializadas que protege al cuerpo contra infecciones y otras enfermedades. Aunque ordinariamente el sistema inmunitario elimina del cuerpo las células dañadas o anormales, algunas células cancerosas son capaces de "esconderse" del sistema inmunitario.
Los tumores pueden también usar el sistema inmunitario para seguir vivos y crecer. Por ejemplo, con la ayuda de algunas células del sistema inmunitario que impide ordinariamente una respuesta inmunitaria descontrolada, las células cancerosas pueden de hecho hacer que el sistema inmunitario no destruya las células cancerosas.
Cómo aparece el cáncer
El cáncer es una enfermedad genética— es decir, es causado por cambios en los genes que controlan la forma como funcionan nuestras células, especialmente la forma como crecen y se dividen.
Los cambios genéticos que causan cáncer pueden heredarse de los padres. Pueden suceder también en la vida de una persona como resultado de errores que ocurren al dividirse las células o por el daño del ADN causado por algunas exposiciones del ambiente. Las exposiciones ambientales que causan cáncer son las sustancias, como los compuestos químicos en el humo de tabaco y la radiación, como los rayos ultravioleta del sol. (Nuestra página de Causas y factores de riesgo del cáncer tiene más información).
El cáncer de cada persona tiene una combinación única de cambios genéticos. Conforme sigue creciendo el cáncer, ocurrirán cambios adicionales. Aun dentro de cada tumor, células diferentes pueden tener cambios genéticos diferentes.
En general, las células cancerosas tienen más cambios genéticos, como mutaciones en el ADN, que las células normales. Algunos de estos cambios pueden no estar relacionados con el cáncer; pueden ser el resultado del cáncer y no su causa.
"Causantes" de cáncer
Los cambios genéticos que contribuyen al cáncer tienden a afectar tres tipos principales de genes — proto-oncogenes, genes supresores de tumores y genes reparadores del ADN. Estos cambios se llaman a veces "causantes" de cáncer.
Los proto-oncogenes se dedican al crecimiento y división celular normal. Sin embargo, cuando estos genes se alteran en ciertas maneras o son más activos de lo normal, ellos pueden convertirse en genes causantes de cáncer (u oncogenes), al permitir a las células que crezcan y sobrevivan cuando no deberían.
Los genes supresores de tumores se dedican también a controlar el crecimiento y la división celular. Las células con algunas alteraciones en los genes supresores de tumores pueden dividirse en una forma sin control.
Los genes reparadores del ADN se dedican a arreglar un ADN dañado. Las células con mutaciones en estos genes tienden a formar mutaciones adicionales en otros genes. Juntas, estas mutaciones pueden causar que las células se hagan cancerosas.
Conforme los científicos han aprendido más acerca de los cambios moleculares que resultan en cáncer, ciertas mutaciones se han encontrado juntas en muchos tipos de cáncer. A causa de esto, los cánceres se caracterizan a veces según los tipos de alteraciones genéticas que se cree son causantes, no solo por el sitio del cuerpo en donde se forman y por la forma como se ven las células cancerosas al microscopio.
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En la metástasis, las células cancerosas se separan del sitio donde se formaron inicialmente (cáncer primario), se desplazan por medio del sistema vascular o linfático, y forman nuevos tumores (tumores metastásicos) en otras partes del cuerpo. El tumor metastásico es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario.
Un cáncer que se ha diseminado desde el lugar en donde empezó primero a otras partes del cuerpo se llama cáncer metastático. El proceso por el cual las células del cáncer se diseminan a otras partes del cuerpo se llama metástasis.
El cáncer metastático tiene el mismo nombre y el mismo tipo de células cancerosas que el cáncer original o primario. Por ejemplo, el cáncer de seno, o mama, que se disemina a los pulmones y forma un tumor metastático se llama cáncer metastático de seno y no cáncer de pulmón.
Al observarlas al microscopio, las células del cáncer metastático tienen en general el mismo aspecto que las células del cáncer original. Además, las células del cáncer metastático y las células del cáncer original tienen de ordinario algunas características moleculares en común, como la presencia de cambios específicos en el cromosoma.
El tratamiento puede ayudar a prolongar las vidas de algunas personas con cáncer metastático. Aunque, en general, el objetivo principal de los tratamientos para cáncer metastático es controlar el crecimiento del cáncer o aliviar los síntomas que causa. Los tumores metastáticos pueden causar un grave daño al funcionamiento del cuerpo, y la mayoría de la gente que muere por cáncer muere por enfermedad metastática.
No todo cambio en los tejidos del cuerpo es canceroso. Sin embargo, algunos cambios pueden hacerse cancerosos si no reciben tratamiento. Estos son algunos ejemplos de cambios en los tejidos que no son cancerosos pero, en algunos casos, necesitan vigilarse.
La hiperplasia ocurre cuando las células en un tejido se dividen más rápido de lo normal y las células adicionales se acumulan o proliferan. Sin embargo, las células y la forma como está organizado el tejido se ven normales al microscopio. La hiperplasia puede ser causada por varios factores o situaciones, incluso por la irritación crónica.
La displasia es un estado más grave que la hiperplasia. En la displasia hay también una acumulación de células adicionales. Pero las células se ven anormales y hay cambios en la forma como está organizado el tejido. En general, en cuanto más anormales se ven las células y el tejido, mayor es la posibilidad de que se forme cáncer.
Algunos tipos de displasia pueden necesitar que se vigilen o que se traten. Un ejemplo de displasia es un lunar anormal (llamado nevo displásico) que se forma en la piel. Un nevo displásico puede convertirse en melanoma, aunque la mayoría no lo hacen.
Un estado aún más grave es un carcinoma in situ. Aunque a veces se llama cáncer, el carcinoma in situ no es cáncer porque las células anormales no se extienden más allá del tejido original. Es decir, no invaden tejido del derredor como lo hacen las células cancerosas. Pero, ya que algunos carcinomas in situ se convierten en cáncer, de ordinario reciben tratamiento.
Hay más de 100 tipos de cáncer. Los tipos de cáncer reciben, en general, el nombre de los órganos o tejidos en donde se forman los cánceres. Por ejemplo, el cáncer de pulmón empieza en las células del pulmón, y el cáncer de cerebro empieza en las células del cerebro. Los cánceres pueden también describirse según el tipo de célula que los forma, como célula epitelial o célula escamosa.
Algunas categorías de cánceres que empiezan en tipos específicos de células son:
Carcinoma
Los carcinomas son los tipos más comunes de cáncer. Se forman en las células epiteliales, las cuales son las células que cubren las superficies internas y externas del cuerpo. Hay muchos tipos de células epiteliales, las cuales tienen con frecuencia una forma como de columna cuando se ven al microscopio.
Los carcinomas que empiezan en diferentes tipos de células epiteliales tienen nombres específicos:
El adenocarcinoma es un cáncer que se forma en las células epiteliales que producen fluidos o mucosidad. Los tejidos con este tipo de células epiteliales se llaman algunas veces tejidos glandulares. La mayoría de los cánceres de seno, de colon y de próstata son adenocarcinomas.
El carcinoma de células basales es un cáncer que empieza en la capa más baja o basal (en la base) de la epidermis, la cual es la capa exterior de la piel de una persona.
El carcinoma de células escamosas es un cáncer que se forma en las células escamosas, las cuales son células epiteliales que están debajo de la superficie exterior de la piel. Las células escamosas revisten también muchos otros órganos, como el estómago, los intestinos, los pulmones, la vejiga y los riñones. Las células escamosas se ven planas, como escamas de peces, cuando se ven al microscopio. Los carcinomas de células escamosas algunas veces se llaman carcinomas epidermoides.
El carcinoma de células de transición es un cáncer que se forma en un tipo de tejido epitelial llamado epitelio de transición o urotelio. Este tejido, el cual está formado de muchas capas de células epiteliales que pueden hacerse más grandes o más pequeñas, se encuentra en el revestimiento de la vejiga, de los uréteres y en parte de los riñones (pelvis renal), y en algunos otros órganos. Algunos cánceres de vejiga, de los uréteres y de los riñones son carcinomas de células de transición.
Sarcoma
Los sarcomas son cánceres que se forman en el hueso y en los tejidos blandos, incluso en músculos, tejido adiposo (graso), vasos sanguíneos, vasos linfáticos y en tejido fibroso (como tendones y ligamentos).
El osteosarcoma es el cáncer de hueso más común. Los tipos más comunes de sarcoma de tejido blando son el leiomiosarcoma, el sarcoma de Kaposi, el histiocitoma fibroso maligno, el liposarcoma y el dermatofibrosarcoma protuberante.
Leucemia
Los cánceres que empiezan en los tejidos que forman la sangre en la médula ósea se llaman leucemias. Estos cánceres no forman tumores sólidos. En vez de eso, un gran número de glóbulos blancos anormales (células leucémicas y blastocitos leucémicos) se acumulan en la sangre y en la médula ósea y desplazan a los glóbulos normales de la sangre. La concentración baja de células normales de la sangre puede hacer que el cuerpo lleve con dificultad oxígeno a los tejidos, que no controle las hemorragias o que no combata las infecciones.
Hay cuatro tipos comunes de leucemia, los cuales se agrupan de acuerdo a la rapidez con la que empeora la enfermedad (aguda o crónica) y del tipo de glóbulo en donde empieza el cáncer (linfoblástico o mieloide).
Linfoma
El linfoma es un cáncer que empieza en los linfocitos (células T o células B). Estos son glóbulos blancos que combaten las enfermedades y que forman parte del sistema inmunitario. En el linfoma, los linfocitos anormales se acumulan en los ganglios linfáticos y en los vasos linfáticos, así como en otros órganos del cuerpo.
Hay dos tipos principales de linfomas:
Linfoma de Hodgkin – Las personas que tienen esta enfermedad tienen linfocitos anormales que se llaman células de Reed-Sternberg. Estas células se forman, en general, de células B.
Linfoma no Hodgkin – Este es un grupo grande de cánceres que empiezan en los linfocitos. Los cánceres pueden crecer con rapidez o con lentitud y se pueden formar de células B o de células T.
Mieloma múltiple
El mieloma múltiple es cáncer que empieza en las células plasmáticas, otro tipo de células inmunitarias. Las células plasmáticas anormales, llamadas células de mieloma, se acumulan en la médula ósea y forman tumores en los huesos de todo el cuerpo. El mieloma múltiple se llama también mieloma de células plasmáticas y enfermedad de Kahler.
Melanoma
El melanoma es cáncer que empieza en las células que se convierten en melanocitos, los cuales son células especializadas en producir melanina (el pigmento que da el color a la piel). La mayoría de los melanomas se forman en la piel, pero pueden formarse también en otros tejidos pigmentados, como en los ojos.
Tumores de cerebro y de la médula espinal
Hay diferentes tipos de tumores de cerebro y de la médula espinal. Estos tumores se llaman según el tipo de célula en donde se formaron y en donde primero se formó el tumor en el sistema nervioso central. Por ejemplo, un tumor astrocítico empieza en las células del cerebro que tienen forma de estrella y que se llaman astrocitos, los cuales ayudan a conservar sanas a las células nerviosas. Los tumores de cerebro pueden ser benignos (no cancerosos), o malignos (cancerosos).
Tumores de células germinativas
Los tumores de células germinativas son un tipo de tumores que empiezan en las células que forman los espermatozoides o los óvulos. Estos tumores pueden ocurrir casi en cualquier parte del cuerpo y pueden ser benignos o malignos.
Tumores neuroendocrinos
Los tumores neuroendocrinos se forman de células que secretan hormonas en la sangre como respuesta a una señal del sistema nervioso. Estos tumores, los cuales pueden producir hormonas en cantidades mayores de lo normal, pueden causar muchos síntomas diferentes. Los tumores neuroendocrinos pueden ser benignos o malignos.
Tumores carcinoides
Los tumores carcinoides son un tipo de tumores neuroendocrinos. Son tumores de crecimiento lento que se encuentran generalmente en el aparato gastrointestinal (con más frecuencia en el recto y en el intestino delgado). Los tumores carcinoides pueden diseminarse al hígado o a otros sitios del cuerpo, y pueden secretar sustancias como serotonina o prostaglandinas y causar síndrome carcinoide.

miércoles, 27 de enero de 2016

Química. Propiedades coligativas

Propiedades coligativas de las soluciones

Las propiedades coligativas son propiedades físicas que van a depender del número de partículas de soluto en una cantidad determinada de disolvente o solvente

Propiedades Coligativas
La presión de vapor:
Esta propiedad esta reflejada en la Ley de Raoult, un científico francés, Francois Raoult quien enunció el siguiente principio: “La disminución de la presión del disolvente es proporcional a la fracción molar de soluto disuelto”.

Este principio ha sido demostrado mediante experimentos en los que se observa que las soluciones que contienen líquidos no volátiles o solutos sólidos, siempre tienen presiones más bajas que los solventes puros.

El cálculo de la presión se realiza mediante la fórmula que se muestra a la derecha.

Las soluciones que obedecen a esta relación exacta se conocen como soluciones ideales. Las presiones de vapor de muchas soluciones no se comportan idealmente.

Pasos para calcular la presión de vapor de una solución:
El planteamiento del problema puede ser el siguiente: Calcule la presión de vapor de una solución a 26°C que contiene 10 gr. de Urea disuelta en 200 gr. de agua. Masa molecular de la urea: 60 g/mol
Masa molecular del agua: 18 g/mol
Paso 1: Calcular el número de moles del soluto y del solvente.
Total moles soluto + solvente = 0,1666 + 11,111 = 11,276 mol
Paso 2: Fracción molar (Fn)
Paso 3: Aplicar la expresión matemática de la Ley de Raoult
Se busca en la tabla la presión del agua a 26ºC que corresponde a Po y se sustituye en la fórmula.
Presión de vapor de agua a 28ºC = 25 mmHg

Punto de ebullición y de congelación:
El punto de ebullición de un líquido es la temperatura a la cual la presión de vapor se iguala a la presión aplicada en su superficie. Para los líquidos en recipientes abiertos, ésta es la presión atmosférica.La presencia de moléculas de un soluto no volátil en una solución ocasiona la elevación en el punto de ebullición de la solución. Esto debido a que las moléculas de soluto al retardar la evaporación de las moléculas del disolvente hacen disminuir la presión de vapor y en consecuencia la solución requiere de mayor temperatura para que su presión de vapor se eleve o iguale a la presión atmosférica. La temperatura de ebullición del agua pura es 100 ºC.

El agua pura hierve a 100°C y la presión del vapor es de 760 mm de Hg. Al preparar una solución de urea 1 molar, ésta solución no hierve a 100°C y la presión de vapor desciende por debajo de 760 mm de Hg. Para que la solución de urea hierva hay que aumentar la temperatura a 100,53°C y elevar la presión a 750 mm de Hg. El punto de ebullición de cualquier disolvente en una solución siempre es mayor que el punto de ebullición del disolvente puro.

Para calcular la variación del punto de ebullición se aplica la siguiente fórmula:
Cálculo del punto de ebullición:
    

Te: diferencia entre los puntos de ebullición de una solución y del disolvente puro.
Ke: constante molal de ebullición. Cuando el disolvente es agua el valor de la constante
es: 0,52 ºC Kg/mol
m: molalidad

El punto de congelación de un líquido es la temperatura a la cual la presión de vapor del líquido y del sólido se igualan.
El punto de congelación se alcanza en una solución cuando la energía cinética de las moléculas se hace menor a medida que la temperatura disminuye; el aumento de las fuerzas intermoleculares de atracción y el descenso de la energía cinética son las causas de que los líquidos cristalicen. Las soluciones siempre se congelan a menor temperatura que el disolvente puro. La temperatura de congelación del agua pura es 0ºC.

Cálculo del punto de congelación:

 

Tc: diferencia entre los puntos de congelación de una solución y del disolvente puro.
Kc: constante molal de congelación. Cuando el disolvente es agua el valor de la constante es: 1,86 ºC Kg/mol
m: molalidad

Aplicación de las fórmulas:

En 392 g de agua se disuelven 85 g de azúcar de caña (sacarosa). Determinar el punto de ebullición y el de congelación de la solución resultante. Masa molecular de la sacarosa: 342 g/mol.

Paso 1: determinar la molalidad de la solución:


Paso 2:
Determinar el punto de ebullición y de congelación

Punto de ebullición:

  
 
 

Como el agua hierve a los 100°C, se suma el valor obtenido a 100°C:
100°C + 0,329 = 100,329°C

Punto de congelación:

  
 
 

Como el agua se congela por debajo de los 0ºC 0ºC– 1,179 = - 1,179°C.

Presión osmótica:Esta propiedad se basa en el fenómeno de la ósmosis en el cual se selecciona el paso de sustancias a través de una membrana semipermeable que tiene poros muy pequeños que sólo permiten el paso de las moléculas del disolvente pero no del soluto.

Esto permite que dos soluciones de diferentes concentraciones separadas mediante una membrana semipermeable igualen sus concentraciones, debido al paso de las moléculas de solvente de la solución más diluida a la solución más concentrada, hasta alcanzar ambas la misma concentración.

El paso del disolvente desde la solución diluida hacia la solución concentrada provoca un aumento de la presión de la solución. Este incremento de la presión que se suma a la presión de vapor de la solución, se conoce como presión osmótica y se representa con la letra

Cálculo de la presión osmótica
 

 
C: molaridad o molalidad
R: valor constante 0,082 L atm/°K x mol
T: temperatura expresada en °K. Si el valor de la temperatura está expresado en ºC, se suma a este valor 273. Ejemplo: Temperatura: 20 ºC, 20ºC + 273 = 293ºK


martes, 26 de enero de 2016

Psicología. Las emociones


CONDUCTA EMOCIONAL SU MOTIVACIÓN CONSCIENTE E INCONSCIENTE, SU APRENDIZAJE

1. AFECTIVIDAD FUNDAMENTAL

Se define la afectividad como:
-         Capacidad para los afectos y sentimientos poco profundos.
-         Disposición para recibir estímulos, experiencias y reacciones afectivas.
-         Estados subjetivos que alteran las funciones psíquicas y pueden provocar repercusiones orgánicas.
-         Disposición innata, inconsciente, te mperamental.
En síntesis,
la afectividad es:
"La capacidad innata e inconsciente para experimentar sentimientos y emociones al recibir los estímulos".
Esta capacidad suele llamarse"afectividad fundamental", que se diferencia de las tres situaciones afectivas básicas:

 

a)       Emoción:

 

Se la define como:

 

"Fenómeno afectivo que se caracteriza por aparecer en forma brusca, ser intenso, depender de los centros diencefálicos e implicar manifestaciones de índole vegetativa con repercusiones glandulares, musculares y viscerales".

 

b)         Sentimiento:

 

Definido como:

 

"Estado afectivo duradero de moderada intensidad"

 

e)         Pasión:

 

Definida así:

 

"Expresión emotiva intensa, incontrolada y 9ermanente, que monopoliza el psiquismo del sujeto encauzándolo obsesivamente hacia una meta determinada".

 

La afectividad se caracteriza por:

 

1.    El predominio de la reacción afectiva sobre la percepción y el pensamiento.

 

2.    La inhibición de las funciones conscientes.

 

3.         Dirigir el pensamiento, las tendencias y el querer hacia objetivos determinados.

 

4.         Oscilar entre dos polos: lo agradable - lo desagradable.

 

La afectividad fundamental sufre variacionesdando lugar a emociones y pasiones

 

II. La Emoción

 

Señalamos anteriormente que la emoción es:"Un fenómeno afectivo que se caracteriza por aparecer en forma brusca, ser intenso, depender de los centros diencefálicos e implicar manifestaciones de índole vegetativa con repercusiones glandulares, musculares y viscerales".

 

Este fenómeno afectivo se produce como una reacción de excitación frente a estímulos. La excitación emotiva altera no sólo la afectividad, sino también la conducta y el funcionamiento fisiológico del organismo.

 

Los cambios más importantes que se presentan durante la emoción son:

 

-      Aceleración de los latidos del corazón y del pulso.

-         Constricción de las arterias del abdomen.

-         Elevación de la presión sanguínea.

-         Enrojecimiento de la piel.

-         Rápida conversión del azúcar en energía.

-         Secreción de adrenalina por las glándulas suprarrenales que acelera el ritmo cardíaco y predispone para la acción.

-         Cambio en la velocidad y profundidad de la respiración de acuerdo a la intensidad, duración y conducta corporal de la situación emocional. La respiración podrá ser difícil: inhalación de aire brusca o un jadeo rápido, o se acelerará y será más profunda.

-         Interrupción de la función digestiva y de la secreción salival: se seca la boca.

-     Las funciones excretoras se alteran: en unos casos se interrumpen y en otros se hacen más frecuentes.

-         Aumenta la sudoración, como producto del esfuerzo muscular.

-         Dilatación de la pupila.

-         Pérdida más o menos profunda del control mental.

-         Descontrol de la conducta.

-         Alteraciones faciales: contracción descontrolada de músculos.

 

 

Teorías de la emoción:

La base fisiológica de la emoción no está aun clara, porque los investigadores no han logrado determinar el funcionamiento exacto de la misma.

 

De acuerdo a la evolución científica se han elaborado diversas teorías de las que señalaremos tres:

 

-     Teoría de James-Lange.

 

-     Teoría de Cannon y Bard.

 

-     Teoría de Arnold y Lindsley.

 

De ellas se considera más aceptable la de Arnoid y Lindsley.

 

III. CONDUCTAS EMOCIONALES CONGÉNITAS

 

El niño no nace con emociones diferenciadas, sino con disposiciones genéticas que a lo largo del proceso de maduración se van desarrollando en emociones definidas y especializadas.

 

Se considera que las emociones son pautas de conducta innatas relacionadas con los instin­tos. Pero son distintas de los instintos puesto que no son tan rígidas como ellos, variando de indi­viduo a individuo y con las diversas culturas. Por lo tanto, la expresión facial de la emoción, el llanto, la risa y ciertas actitudes corporales son innatas; mientras que las formas de manifestar las emociones son aprendidas.

 

Según Bridges y Wallon se dan tres fases en el desarrollo emocional:

 

l~  Predominio del plano visceral de la sensibilidad: de 1 a 6 meses.

 

De 1 a 3 meses el niño experimenta emociones globales que siguen el esquema:

 

displacer-excitación-placer.

A los 6 meses aparecen las reacciones de miedo, cólera y amor.

 

20  Predominio del plano propioceptivo de la sensibilidad: 6 meses a 1 año

 

De 6 meses a 1 año de edad, el niño se va desligando de su madre y aumenta el inte­rés por el mundo. Entran en acción los músculos y reflejos posturales y de equilibrio que dan origen a nuevas emociones.

 

a  Predominio del plano exteroceptivo de la sensibilidad:

 

A partir del año de vida se inicia el proceso de socialización y vinculación al mun­do. La imitación desempeña un papel importante. Aparecen las siguientes emociones:

celos, envidia, alegría, simpatía, tristeza.

 

 

 

El aprendizaje de las emociones:

 

Conforme va creciendo el niño aprende amanifestar sus emociones. No aprende emociones nuevas, sino a supeditar las emociones elementales de miedo, furor y amQr, a estímulos nuevos y a~tiñ.ciales.

 

~1ediante este aprendizaje emocional, estímulos inicialmente indiferentes se convierten en emociones. Se da el fenómeno llamado condicionamiento.

 

La educación afectiva que proporciona el hogar y cada uno de sus integrantes, es muy impor­tante en el desarrollo de una adecuada conducta emotiva en el niño.

 

Hay muchas conductas deseables e indeseables que dependen de la conducta de 105 padres. Como ejemplos podemos mencionar: el niño que consigue todo a fuerza de lloros y pataleos, en su vida posterior se verá en dificultades para superar la frustración; el niño que por excesiva insis­tencia en la hombría o en el machismo no sabe ser respetuoso y comprensivo con los demás; el ni­ño que se asusta ante la vista de ciertos animales o ante la muerte porque lo ha visto en su hogar.

 

 

Los principales factores de aprendizaje emotivo son:

 

a)    La experiencia del dolor y del placer:

 

Estas experiencias crean en el hombre la memoria emocional. Por ejemplo: la per­sona mordida por un perro, teme a los perros; un alumno con bajas calificaciones en una materia, teme a la materia y al profesor.

 

Sin embargo, estas experiencias emocionales ayudan a una mejor adaptación y protección del individuo cuando son superadas positivamente.

 

b)  El factor colectivo:

 

Ayuda a internalizar ideas, situaciones, cosas y personas que emocionan a la colec­tividad.

 

El niño imita las actuaciones de los grupos a que pertenece: familia, escuela, club, amigos, y termina identificando su conducta con la de ellos. Por ejemplo: la emoción de pánico ante un temblor se extiende rápidamente entre el alumnado de un colegio y de acuerdo con la reacción de quienes lo sintieron será el aprendizaje de todo el grupo.

 

c)    La transferencia:

 

Lleva a reproducir las mismas emociones frente a situaciones y objetos similares.

 

Ejemplo:         el amor a la novia, poco a poco se hace extensivo a sus familiares; el

Alumno que tiene un problema con un profesor y reacciona con antipatía hacia todos los profesores diciendo que son iguales.

 

d)  La proyección:

 

Desplaza los estados emotivos adquiridos, hacia objetos nuevos más distantes. El niño pequeño, por ejemplo, sólo tiene miedo ante objetos físicos concretos; pos­teriormente lo desplaza a la oscuridad.

 

e)      El pensamiento:

Trae a la memoria recuerdos de hechos, situaciones y personas que han supuesto emociones, y por transferencia, proyección o simple recuerdo es fuente de nuevas emo­ciones.

 

Por ejemplo, el recordar la muerte de un ser querido puede producir la emo­ción de dolor con toda intensidad hasta llegar a derramar lágrimas.

 

Iv. CONFLICTOS Y FRUSTRACIONES

 

La conducta tiene su génesis en necesidades, deseos y decisiones. No surge de la nada. Las motivaciones despiertan y orientan las conductas hacia metas definidas que pueden ser interme­dias y finales.

 

Cuando se alcanzan las metas se habla de éxito.

 

El éxito facilita los esfuerzos, eleva el nivel de aspiraciones, incrementa la autoestimación y la iniciativa.

 

El fracaso se produce cuando una necesidad o el logro de una meta es obstaculizado porfac­lores de cualquier tipo. La vivencia del fracaso se llama frustración.

 

 

Frustración:

 

Es:

"El estado de un organismo motivado cuando se Interrumpe su conducta hacía una meta".

 

Para que se produzca la frustración es necesario:

 

1.    Que exista una privación, es decir, que esté presente un impulso para lograr algo que no se tiene.

 

2.    Que exista un impedimento, algún tipo de interferencia que impida la gratificación o la realización de la acción.

 

El impedimento puede ser producido por:

 

a)    La introducción de barreras físicasentre el organismo y la meta.

 

b)      La eliminación de las claves de dirección, es decir, retirando el estimulo que sustenta la conducta hacia la meta.

 

c)    La provocación de respuestas incompatibles, es decir, por conflicto entre tendencias de acción, metas o motivos.

 

Principales fuentes de Frustración

 

          1 Inadecuación Interior-exterior.'

 

Inadecuación que tiene su origen en excesiva exigencias del individuo al ambiente, o por el contrario, una excesiva demanda ambiental que el individuo no puede satisfacer.

 

 

2  Crisis del desarrollo:

 

A lo largo de la vida se producen situaciones de crisis que producen frustración. Entre ellas se encuentran: la restricción de la actividad infantil; el destete; la enseñanza de hábitos higiénicos; la pérdida del amor, de la seguridad o del apoyo; dificultades eco­nómicas en la vida adulta; la muerte de seres queridos.

 

3  Situaciones que amenazan la autoestima o la integridad:

 

No todas las situaciones difíciles producen frustración, solamente las que implican  una amenaza para el yo o una defensa de la autoestima e integridad como persona.

 

Conflicto:

 

El conflicto es:

 

"Un estado de tensión Incrementada que se caracteriza por vacilación y duda, fatiga e incluso bloqueo, provocado por dos motivaciones o necesidades de Igual intensidad, ante las cuales el sujeto debe elegir por seguir una y dejar la otra

 

En el conflicto las dos tendencias de acción son incompatibles: el seguir una impide la realización de la otra.

 

Los conflictos pueden ser de tres tipos:

 

A.         Acercamiento - acercamiento:Dualidad en la que las dos situaciones atraen.

 

B.         Evitación - evitación: Dualidad en la que las dos situaciones son igualmente indesea­bles y producen aversión.

c.     Acercamiento - evitación:Dualidad producida por el deseo y la aversión de una mis­ma tendencia.

 

Consecuencias de los estados de conflicto y frustración:

 

Tanto la frustración como el conflicto provocan estados emocionales caracterizados por:

 

- angustia y ansiedad

- inseguridad e indecisión

excitación e irritabilidad

- resentimiento

- generalización de la angustia

- actitud de huida

- agresividad

-        neurosis

 

 

No todos los estados producen estos síntomas con la misma intensidad. Esta depende del gra­do de amenaza que suponen para el yo del individuo la frustración y el conflicto.

 

Junto a estas consecuencias negativas, existen otras positivas: se aprende a evitar ciertas si­tuaciones y estimulan la productividad y el esfuerzo.

 

 

Frustración y agresividad:

Una reacción frecuente ante la imposibilidad de lograr una meta, es la conducta agresiva ca­racterizada por el enojo y el ataque.

 

La intensidad de la agresividad depende:

 

a.     de la fuerza de la instigación.

 

b.     del grado de interferencia con la respuesta frustrada.

 

c.     de la frecuencia con que se interrumpen las secuencias de respuesta.

 

La agresión puede dirigirse hacia el agente frustrante, o volverla contra objetos, personas o contra sí mismo.

 

 

VI.  STRESS Y STRESSORES

 

Se define el stress como:

 

"El estado del organismo en cualquier situación en que perci­be que su bienestar o equilibrio está en peligro y que debe dedicar todas sus energías a su protección".

 

Es un estado de reacción del organismo que como consecuencia de la interacción entre el in­dividuo y el ambiente, percibe una amenaza y no encuentra una respuesta normal de ajuste.

 

Las reacciones al stress son de dos tipos:

 

- Fisiológicas:

 

Se desarrollan en tres fases:

Primera Fase: descarga de adrenalina, aceleración del ritmo cardiaco, disminu­ción de la temperatura y del tono muscular, anemia, acidez, como reacción a la alarma.

 

Segunda fase: hiperactividad de las glándulas suprarrenales en su corteza que producen un aumento de la virilidad y de la resistencia.

 

Tercera fase: agotamiento.

 

- Psicológicas:

 

-       emoción con las consecuencias que ello supone.

-       sentimiento de congoja, ansiedad y tensión. La tensión va acompañada de dete­rioro en la ejecución, el juicio y las relaciones, rigidez de respuesta, irritabilidad.

-       conducta defensiva, que en la fase de agotamiento físico se caracteriza por el retraimiento, la represión amnésica, respuestas disociativas, y psicosis cuando la situación de stress es muy prolongada.

 

Las condiciones que provocan stress, o stressores, son todas aquellas que perturban la ho­meóstasis fisiológica o amenazan la integridad del yo, tanto por déficit como por exceso. Entre ellas se encuentran:

 

1.       La ruptura del equilibrio fisiológico: temperaturas muy altas,sueño drogas...

2. Estímulos desagradables o dolorosos: choque eléctrico, sonidos fuertes.

3. Presiones: críticas, molestias

4. Fracasos: imposición de tareas imposibles de realizar.

5. Conflictos sociales.

6. Situaciones que amenazan la seguridad: incertidumbres, amenazas de muerte

 

El que un hecho o acontecimiento, sea o no factor de stress depende de la interpretación y evaluación perceptual que de él haga el sujeto.

 

Entre los factores psicológicos más frecuentes, causantes de estas enfermedades, se en­cuentran: angustia, dependencias, temor ante amenazas, agresividad, hostilidad, stress emo­cional, preocupaciones, fracasos, disputas, sentimientos de culpa, hipersensibilidad, perfeccionismo, falta de confianza.