"Sólo sé que no sé nada" Sócrates. Aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir. Cuando esto aprendas estarás andando por la senda de la sabiduría.

viernes, 16 de marzo de 2018

Cuentas


Enseñarás a volar 

Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

Madre Teresa de Calcuta


OTRA PERSPECTIVA 

Era miércoles, 8:00 a. m., llegué puntual a la escuela de mi hijo.

─No olviden venir a la reunión, es obligatoria ─
fue lo que la maestra escribió en el cuaderno del niño.

─¡Pues qué cree la maestra! ¿cree que podemos disponer del tiempo a la hora que ella diga? si supiera qué importante era la reunión que tenía a las 8:30 a. m., de aquí dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!...
Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar.
No recuerdo qué dijo, mi mente estaba pensando cómo resolver lo de ese negocio, probablemente podríamos comprar una nueva televisión con el dinero que recibiría. 

¡Juan Rodríguez!... escuché a lo lejos. ¿no está el papá de Juan Rodríguez? ─dijo la maestra. 
- Sí, sí, ¡aquí estoy! contesté pasando a recibir la boleta de mi hijo. 
Regresé a mi silla y me dispuse a verla. 

- ¿Para esto vine? ¿Qué es esto..?

La boleta estaba llena de rojos 08 y 07, guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo.

De regreso a la casa aumentó más mi cólera a la vez que pensaba... , ¡si le doy todo! ¡nada le falta ¡ahora sí le va a ir muy mal!... 

Me estacioné y salí del carro, entré a la casa, tiré la puerta y grité: 

- ¡Ven acá Juan!

Juan estaba en su habitación y corrió a abrazarme.

- ¡Papi..!

- ¡Qué papi, ni que nada! ─lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuantos latigazos le di, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. 

¡Y te me vas a tu cuarto! ─terminé. 

Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba. 

Mi esposa no dijo nada, solo movió la cabeza negativamente y se fue... 

Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa me entregó otra vez la libreta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi chaqueta y me dijo:
 léela despacio y después toma tu decisión... 

Ésta decía así: 

Boleta de calificaciones para el papá 
Tiempo que le dedica a su hijo

Calificación de 0 a 20 
1.- En conversar con él a la hora de dormir 08
2.- En jugar con él 07
3.- En ayudarlo a hacer la tarea 08
4.- En salir de paseo en familia 07
5.- En contarle un cuento antes de dormir 08
6.- En abrazarlo y besarlo 07
7.-  En ver la televisión con él 08

Él me había puesto ochos y sietes, ¡a mí!
Yo me hubiese calificado con menos de cinco... 

Me levanté y corrí a la tecàmara de mi hijo, al verlo quise llamarlo y se me hizo un nudo en la garganta y dos gruesas lágrimas rodaron por mi mejilla en ese instante lo abracé y lloré... quería regresar el tiempo, pero era imposible... 
Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por sus lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: ¡te quiero papi! cerró sus ojos y se durmió. 

¡Que duro es ver nuestros errores como padres desde esta perspectiva..!

Démosle el valor a lo que realmente es de valor para nosotros:
 ¡nuestra familia! 

Hay muchas personas que desean un hijo y no lo tienen, Dios te dio una familia apréciala, amala, compréndela, edúcala, instrúyela. No pretendas que otros se ocupen de tu familia, pueden ayudarte, colaborar contigo, pero eres tu quien debe volar tu vuelo, soñar tu sueño, vivir tu vida en tu familia, y es lo que enseñes a tu familia, a tus hijos, a tus hijas donde  perdurará siempre la huella del camino enseñado.
Hoy le toca a usted reflexionar sobre uno de los miembros de su familia, y ha de rendirse cuentas sinceras  por este integrante fundamental de su familia.
 ¿Qué puede usted responderse?

En la escuela se viene observando con preocupación que mayor número de padres van dejando de ejercer su patria potestad en materia de educación, creen que la educación de sus hijas e hijos menores es responsabilidad de la escuela, pero no es la escuela, el liceo, la Unidad Educativa; no  son las maestras, los profesores y profesoras; no son los educadores, quienes tienen la patria potestad de los estudiantes.

La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde la concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado.
En concreto, en el  Código Civil vigente en Venezuela se lee:


Art. 265. Los hijos menores de edad están bajo la autoridad y cuidado de sus padres. Tienen éstos la obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna, no sólo con los bienes de los hijos, sino con los suyos propios.


La Educación de los hijos es una obligación de los padres, pero veamos si la cumplen cuando:
* El estudiante no asiste diaria y puntualmente a clases.
*No porta el traje escolar exigido por la institución escolar donde está inscrito para estudiar.
*La Estudiante en clase responde que sus aspiraciones son ejercer la prostitución, pero los padres la tienen inscrita en una Unidad Educativa en cuyo pensum de estudios no se contemplan estudios relacionados con esas aspiraciones declaradas por su hija. La estudiante, sin duda, está en el lugar equivocado y los padres tendrían que llevarla a otra escuela donde la preparen para el ejercicio de su aspiraciones.
*La Estudiante lleva a la escuela maquillajes, pinturas de uña, delineadores de cejas, pintura de labios, uñas postizas y decoradas, otros cosméticos y productos afines y los padres se lo permiten o no lo saben. También en estos casos la Estudiante asiste al lugar equivocado y los padres están obligados a inscribirlas en escuela donde la estudiante desarrolle el potencial reflejado por lo útiles no escolares que lleva y usa en el aula de clase
* En casa el estudiante rara vez o nunca se aplica a sus estudios.
* No le revisa las libretas de anotaciones y menos aún le ayuda en los deberes escolares.
*Denuncia a las autoridades educativas en entidades de protección del niño, niña y adolescente que aplican sanciones contempladas en las normas de convivencia del plantel.